Aprovechando una visita de mis sobrinos, les di a ellos y a mis hijos una clase de elaboración y decoración de pastelitos y la verdad es que les quedaron bastante bien.
Teniendo en cuenta las alegias de mi sobrina, María, hicimos un bizcocho sin huevo. La masa la hicimos entre todos y, curiosamente, mis hijos ya se saben de memoria los ingredientes que tenemos que utilizar y las proporciones ;-)
La parte que más le gusta a Sara es la de rebañar los restos que quedan de la masa y, ya que hoy era un día para ellos, se lo permití.
Mientras se horneaba el bizcocho, hicimos un patito de fondant. Yo les iba dando los pasos a seguir y la verdad es que me sorprendió lo bien que los hicieron.
Una vez sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar, con un cortador circular sacamos unos pequeños bizcochitos que son lo que vamos a decorar. Pablo y Sara los quería cubiertos de mermelada, así que les expliqué cómo hacerlo.
Luego cubrimos los pasteles con fondant azul cielo y extendimos fondant de otro color, el que eligió cada uno (aproveché para enseñarles a mezclar fondant de dos colores distintos para obtener un tercero). Lo marcamos con un marcador de círculos y con un cuchillo cortamos por el borde. Este fue el único paso que hice yo en los pasteles de Pablo y Sara después de que marcaran sus círculos para que no manejaran el cuchillo.
Con esta tira, rodeamos el pastel y colocamos el patito encima. Así fue como quedaron:
JORGE
PABLO
SARA
MARÍA
Y una vez terminó la clase... HORA DE MERENDAR
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