Coste (material y elaboración): 55 €
¡Mi primer encargo! El 28 de diciembre, Guille iba a cumplir 3 añitos y acordamos que mi regalo sería la tarta. Le preguntamos de qué personaje la quería y eligió a Bob Esponja. Menos mal, porque las otra opción eran las tortugas Ninja y sólo tenía dos días para hacerla y a ratitos.
Quería hacer algo original y mirando el bote de gel de los niños que tenía un dibujo de Bob Esponja sobre una medusa, se me ocurrió.
PASO 1
En esta ocasión, hice primero el bizcocho por dos razones: me sería más fácil calcular el tamaño que quería para Bob Esponja y además quería que éste tuviera una estructura de bizcocho, no sólo de fondant, ya que iba a ser demasiado fondant y además con el bizcocho tendría más estabilidad.
Hice un bizcocho esférico de chocolate con la receta que utilizo habitualmente, añadiendo 300ml de leche con cuatro cucharadas (de postre) de cacao en polvo Valor. Una vez frío, lo corté transversalmente en varias porciones, el trozo de la base lo quité, ya que la medusa no es una esfera, sino una sección de esta. Hice un almíbar (150 gr de azúcar diluidos en 150 ml. de agua hirviendo) con el que empapé cada porción del bizcocho y rellené con un icing de vainilla que compré en "sabores del mundo"
PASO 2
Utilicé el bizcocho de la base de la esfera que me habia sobrado para cortar un trapecio que sería el esqueleto del cuerpo de Bob Esponja. Luego cubrí este con un poco del icing de vainilla y una capa de fondant amarillo. Luego marqué los "agujeros" con una esteca bolillos, alternando el tamaño pequeño y el grande.
PASO 3
Ahora tocaba hacer los distintos elementos que caracterizan al personaje: nariz, boca, ojos, pantalón, camisa, brazos y piernas
PASO 4
En este momento, me puse con la medusa. Cubrí el bizcocho esférico con el icing de vainilla y sobre este una lámina de fondant rosa. Luego le puse en la parte inferior un remate redondo con el mismo fondant rosa y los tentáculos de la medusa con el mismo color. Para que no se desmontara el bizcocho, le metí un palo que sujetara bien cada sección del bizcocho de manera que sobresaliera por la parte superior y así sirviera también para sujetar la figura de Bob Esponja
Una vez hecho esto. le puse a la medusa unas "manchas" con fondant rosa un poco más oscuro.
PASO 5
Ya podía colocar a Bob Espnja en su sitio y pegarle los brazos y las piernas con un poquito de agua. Por último, pegué la última mancha de la medusa. Iba en la parte frontal y llevaba grabado el nombre de Guille, que hice con unas plantillas de letras.
La tarta ya estaba terminada, pero el cumpleaños, como ya he dicho antes era el 28 de diciembre, y no podía dejar pasar la oportunidad de gastar una broma relacionada con la tarta, aunque tengo que decir que los verdaderos promotores de esta idea fueron mi hermana Anuska y mi marido, Óscar :-). Con lo que había sobrado de bizcocho y fondant hice una "segunda tarta", con la que me presenté en la fiesta. Les dije que se me había caído la tarta en el coche mientras conducía y que le pedí a los niños que trataran de arreglármela mientras llegábamos. Fue todo un éxito. A medida que fueron llegando los invitados les contábamos la historia y todos picaron. Cada uno aportó sus ideas para tratar de arreglar el estropicio: unos se ofrecían para ir a por otra tarta, otros querían hacer unos sandwiches para rodear aquello y poder sacar algo a la hora de soplar las velas e incluso Álex, el padre del cuampleañero, trató de arreglarla poniendo otra vez el ojo en su sitio. Después de un rato con la broma, pedíamos al "inocente" que nos acercara algunos ingrdientes para tratar de salvar la tarta, y lo mandábamos al sitio donde estaba la tarta de verdad. Descubierto todo, nos preparábamos para engañar al siguiente que llegara.
PASO 2
Utilicé el bizcocho de la base de la esfera que me habia sobrado para cortar un trapecio que sería el esqueleto del cuerpo de Bob Esponja. Luego cubrí este con un poco del icing de vainilla y una capa de fondant amarillo. Luego marqué los "agujeros" con una esteca bolillos, alternando el tamaño pequeño y el grande.
Ahora tocaba hacer los distintos elementos que caracterizan al personaje: nariz, boca, ojos, pantalón, camisa, brazos y piernas
PASO 4
En este momento, me puse con la medusa. Cubrí el bizcocho esférico con el icing de vainilla y sobre este una lámina de fondant rosa. Luego le puse en la parte inferior un remate redondo con el mismo fondant rosa y los tentáculos de la medusa con el mismo color. Para que no se desmontara el bizcocho, le metí un palo que sujetara bien cada sección del bizcocho de manera que sobresaliera por la parte superior y así sirviera también para sujetar la figura de Bob Esponja
Una vez hecho esto. le puse a la medusa unas "manchas" con fondant rosa un poco más oscuro.
PASO 5
Ya podía colocar a Bob Espnja en su sitio y pegarle los brazos y las piernas con un poquito de agua. Por último, pegué la última mancha de la medusa. Iba en la parte frontal y llevaba grabado el nombre de Guille, que hice con unas plantillas de letras.
La tarta ya estaba terminada, pero el cumpleaños, como ya he dicho antes era el 28 de diciembre, y no podía dejar pasar la oportunidad de gastar una broma relacionada con la tarta, aunque tengo que decir que los verdaderos promotores de esta idea fueron mi hermana Anuska y mi marido, Óscar :-). Con lo que había sobrado de bizcocho y fondant hice una "segunda tarta", con la que me presenté en la fiesta. Les dije que se me había caído la tarta en el coche mientras conducía y que le pedí a los niños que trataran de arreglármela mientras llegábamos. Fue todo un éxito. A medida que fueron llegando los invitados les contábamos la historia y todos picaron. Cada uno aportó sus ideas para tratar de arreglar el estropicio: unos se ofrecían para ir a por otra tarta, otros querían hacer unos sandwiches para rodear aquello y poder sacar algo a la hora de soplar las velas e incluso Álex, el padre del cuampleañero, trató de arreglarla poniendo otra vez el ojo en su sitio. Después de un rato con la broma, pedíamos al "inocente" que nos acercara algunos ingrdientes para tratar de salvar la tarta, y lo mandábamos al sitio donde estaba la tarta de verdad. Descubierto todo, nos preparábamos para engañar al siguiente que llegara.
Jajaja que buena la broma. Seguro que los niños lo pasaron en grande reconstruyéndola. La de verdad es una pasada
ResponderEliminarJa ja ja. La verdad es que nos reímos mucho. Lo único que me mosquea es que todos pensaran que era capaz de presentarme allí con aquella tarta :-S
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